Hay deportes que por sí mismos son parte inseparable de un pueblo y por tanto, su existencia y práctica son pura identidad. Pese a que existen y han existido muchas modalidades de juego de ésta, nuestro pueblo siempre ha sido fiel a la pelota a mano.
A lo largo de la historia, muchos han sido los ejemplos y anécdotas que han evidenciado la importancia y arraigo de este deporte, domingos enteros con el frontón ocupado por los habitantes del pueblo jugándose un simple trago, sacerdotes compitiendo con su sotana, etc…
La pelota se ha hecho, y hoy todavía se hace notar en nuestra cultura, ocupando un lugar privilegiado en la misma, basta observar que en cada pueblo de la zona, se erige como monumento un frontón.